Casi todas las tradiciones se han perdido; existía la cofradía de San Sebastián (se bailaba al Santo), este día se reunía todo el pueblo para beber vino, cada familia en su jarro.
Al otro día solo eran las mujeres, a tomar vino dulce y pastas.
Por san Blas cocían rosquillas y las bendecían.
Encendían hogueras por San Antón.
Pingaban el Mayo, de esta constumbre hay una calle con el nombre de Pingamayo.
Para honrar al Santísimo cortaban seis acebos al año, y cogían musgo, con el producto de su venta cubrían las necesidades de velas y altar.
Han recuperado la tradición de cantar la Aurora, el 20 de Enero, festividad de San Sebastian, y después celebrar una comida de hermandad.